(A continuación vamos a invitar a Uds. A que lean
el presente escrito de hace varios años, lo reproducimos porque no pierde
vigencia es y siempre será un tema actual, con una fuerte dosis de aceptar que
el humano debe de aceptar que el enojo es natural en esta 3D.
Los que estamos en el camino de frecuencias altas
y no de las bajas, debemos de evitar el enojo, ayuda mucho no comer carnes de
nuestros hermanos menores, no guardar rencor, no tener envidia, no ser egoísta,
no ser una persona vanidosa, no ser arrogante, etc.
Debemos de aceptar que otros humanos tienen
diferentes opiniones acerca de diversos temas de la vida diaria y como tales
hay que respetarlos, a pesar que se
encuentren equivocados. Cada humano terrestre se encuentra justo en el nivel
que decide estar, el amor universal es dejar estar a los humanos en el nivel de
avance espiritual donde se encuentran y no forzarlos a que piensen como nosotros.
Este error lo comenten las religiones tratando de ganar adeptos.
Este tipo de energía (enojo) que se encuentra
dentro de nuestros cuerpos son causados por el dolor, penas, frustraciones,
etc. Es importante que mediante técnicas y ejercicio; los expulsemos de
nuestros cuerpos, para evitar enfermedades que se presenten posteriormente.
Con amor y luz, AREL.)
---------------------------------------------------------------------------------------------------------- 1– ¿Por qué nos enojamos?
Nos
enojamos cuando algo nos frustra: desde algo tan pequeño como un atascamiento
de tránsito hasta una amenaza a mi integridad física o a mi honor. Los motivos
son variadísimos y los grados de intensidad también, pero todos tienen un
elemento común: debajo de cada enojo hay una frustración.
2 – ¿Cumple alguna función el enojo?
Veamos
un ejemplo: Un amigo me prometió que me devolvería un libro y cuando llega me
dice que se olvidó. Mi deseo de recuperar el libro se frustra y ese deseo
frustrado se convierte en enojo. La función esencial del enojo es darme más
energía para enfrentar el obstáculo que produce mi frustración. El tema
fundamental acá es si yo he aprendido a canalizar adecuadamente esa fuerza, o
no. Ese aprendizaje es una de las tareas más significativas que los seres
humanos necesitamos realizar.
3 – ¿De donde surge la idea de que enojarse es algo malo?
Surge
de todo lo que en general hacemos cuando no sabemos encauzar la energía del
enojo. Me gusta citar una frase de Marco Aurelio, que en el siglo II dijo:
"¡Cuánto más penosas son las consecuencias del enojo que las causas que lo
produjeron!". Es muy hermosa y sintetiza muy bien lo que es la inadecuada
utilización de esa energía. Por esta razón es fundamental que distingamos
dos tipos de enojo: el enojo que destruye
y el enojo que resuelve.
La idea que tenemos del enojo como algo malo es a partir del
enojo que destruye, que es, lamentablemente, la manera más frecuente que
tenemos de enojarnos. Pero por eso mismo es bueno saber que esa no es la única
forma del enojo.
4 – ¿En qué se diferencia una forma de la otra?
Volvamos
al ejemplo del libro que mi amigo no trajo. El enojo que siento puedo
encauzarlo en dos grandes direcciones. Puedo decirle: “¡Sos un egoísta,
siempre el mismo irresponsable!, ¡Sos un falso! En vos no se puede confiar.” En
ese caso he utilizado mi enojo para herir, castigar y hacer sufrir a mi amigo
por lo que hizo. Cuando hago eso, no es por maldad. Es porque creo que sentir y
expresar enojo es así: insultar, castigar y hacer sufrir. Cuando reacciono de
ese modo, el otro, en este caso mi amigo que se siente herido por lo que le
dije, responde, generalmente con otro agravio: “¡Y vos siempre el mismo
autoritario, crees que todos somos tus esclavos, sos un déspota!” También me
recuerda otras situaciones en las que yo lo herí y me dice:
“Vos sos el egoísta
irresponsable y manipulador. Sos un hipócrita!” Y así seguimos, de insulto en
insulto. La intensidad continúa creciendo, cada vez nos herimos más, y al rato
estamos los dos lastimados y resentidos. Ninguno quiere saber más nada con el
otro.. y el libro no lo recuperé.
Este es un ejemplo del típico enojo que destruye. Es muy común oír después de
una gran pelea en la que todos han quedado muy heridos: ¿Por qué era que empezó
esta discusión?
5 - ¿Cómo es el enojo que resuelve?
Allí
dirijo ese plus de energía sobre el obstáculo que me frustra. En este mismo
ejemplo le puedo decir a mi amigo, con toda la intensidad con la que lo sienta:
“¡Estoy muy frustrado y enojado. Vos prometiste que me ibas a traer el libro y
yo contaba con él. Lo necesito. Vamos a ver cómo me lo podés acercar. O llamás
a alguien para que lo traiga o llamamos a una mensajería. Fijate qué se te
ocurre!” Y ahí me quedo esperando y demandando una respuesta. Cuando concentro
mi energía en esa dirección el enojo cumple su propósito esencial: darme más
energía para tratar de resolver el obstáculo que me frustra.
Este tipo de enojo se apoya en dos pilares: expresar lo que siento ante lo que
sucedió y demandar la respuesta que me "des-enojaría".
Expresar
la frustración y el enojo que me produce la situación es necesario para mí,
para desahogar lo que me pasa y es necesario para el otro, para que pueda saber
lo que me ocurre a mí ante lo que hizo, porque ese es además uno de los motores
que lo ayudarán a cambiar su actitud. Cuando se cuánto le molesta a una persona
mi impuntualidad eso es algo que me ayuda a que lo tenga en cuenta y me dispone
a tratar de ser puntual.
Expresar lo que siento no quiere decir enjuiciar al otro. Son dos respuestas
muy distintas que es necesario aprender a distinguir con claridad. Una cosa es
decir: ¡estoy muy enojado por lo que hiciste!, y otra muy distinta es decir:
¡Sos una basura, (una mala persona, una porquería, etc.) por esto que hiciste!
En última instancia la esencia del enojo que resuelve es autoafirmarse con
claridad, fuerza y respeto. Y para eso no es necesario descalificar ni
agraviar, ni insultar. Me concentro en la acción que me frustra y demando una
solución.
6- ¿Qué sucede cuando no puede haber reparación en el
presente?
Por
ejemplo cuando alguien llega tarde, me deja una hora esperando y eso no tiene
arreglo porque ya ocurrió. En ese caso lo que uno puede hacer es, además de
decir lo que siente, orientar la demanda hacia el futuro. Generar algún
acuerdo para que no vuelva a ocurrir. La clave es descubrir en cada caso la situación
que me des-enojaría. Yo sugiero a mis alumnos que cuando un enojo es intenso y
los confunde se formulen la siguiente pregunta: ¿qué tendría que ocurrir
acá para que mi enojo cese? Esa pregunta tiene la virtud de enfocar la mente
sobre el punto central de la cuestión que es precisamente cómo se resuelve ese
problema que me enoja.
7 – ¿Qué pasa cuando la persona con quien estoy enojado es
alguien a quien quiero?
Mucha
gente cree que si le tengo afecto a una persona no puedo enojarme con ella, que
tengo que cerrar los ojos y dejar pasar porque es o el afecto o el enojo. Y en
realidad no es así, es más bien todo lo contrario. Una de las cosas que más
ayuda a hacer resolutivo el enojo es expresar el enojo con afecto. Puede
parecer una contradicción insalvable en sí misma pero no es así, es simplemente
recordar, cuando esa es la situación, que la persona con quien estoy enojado es
alguien a quien, además, le tengo afecto.
Entonces se pasa del: "Porque le tengo afecto no me puedo enojar" a
"porque siento que le tengo afecto es que le puedo expresar mi enojo
cuando lo siento".
8- ¿Cómo reaccionar ante el enojo de los demás?
Cuando
uno aprendió a enojarse respetuosamente y lo hace, se da cuenta con más
claridad cómo es el enojo del otro: si es resolutivo o destructivo (o cuánto
hay de cada uno). Entonces puede distinguir qué parte de verdad puede haber en
ese enojo y que reparación requiere y cuánto hay de enjuiciamiento, agravio o
maltrato, que es parte de la inmadurez y la ignorancia de quien se enoja así.
Cuando establezco esa distinción ya estoy en mejores condiciones de no quedar
sometido al modo destructivo del enojo del otro.
9 – ¿Cuál es la causa del enojo explosivo y desproporcionado con
la situación?
Ese
es el tema de la acumulación del enojo. Cuando uno no aprendió a expresar el
enojo tiende a retenerlo, y se va acumulando. Entonces alguna situación menor
activa el enojo acumulado y sale con una intensidad desproporcionada que
desconcierta al otro, y a veces también a uno mismo. Por esto es bueno estar al
día con los enojos, pero para eso es necesario haber aprendido a expresarlos de
un modo resolutivo. Si no, inevitablemente uno tiende a callar por temor a
complicar más las cosas.
10 - ¿Qué sucede cuando el enojo es con uno mismo?
Uno
no se enoja consigo mismo de un modo global si no con alguna parte de sí. Por
ejemplo: la parte insegura, miedosa, exigente, etc. Por lo tanto lo primero es
descubrir con qué parte propia estoy enojado. Es útil imaginar que esa
parte está enfrente y expresarle el enojo tal como lo siento. En el universo
interior el enojo también puede ser destructivo o resolutivo. La mejor manera de
saberlo es ponerse en el lugar de quien recibió ese enojo y observar cómo se
siente al oírlo: si destruida o ayudada. Si se siente destruida, la tarea es
clara: aprender a enojarme con ella de un modo tal que ese enojo le exprese mi
desacuerdo de una manera que la enriquezca y la estimule a evolucionar en la
dirección deseada. Ese aprendizaje es el mejor punto de partida para aplicarlo
después en el trato con los otros y es, en última instancia la esencia de la Autoasistencia
Psicológica, que consiste precisamente en aprender a relacionarme con la
parte de mí que no me gusta de un modo que la ayude genuinamente a
transformarse.
Fuente:senderoespiritual
03 Diciembre 2008
Dr. Norberto Levy