Zonas de luz y zonas de sombra

Ustedes se preguntarán quizás qué es lo que hay que entender por “zonas de luz” o por “zonas de sombra”, en relación con el tema que nos ocupa. Pues bien, aplicando la analogía, deberíamos hablar de posiciones planetarias, tal como lo hacen los astrólogos, y de los efectos que ellas determinan en relación con el planeta y con los seres humanos, es decir, en términos de cuadraturas, de trígonos, de sextiles, etc., posiciones éstas que tienen que ver con las formas geométricas que adoptan entre sí los cuerpos celestes y que, al parecer, tienen una total relación con las formas geométricas del aura etérica que constituye el campo magnético de un astro determinado. 


Siempre hallaremos en la raíz de los movimientos celestes y de sus correspondientes tránsitos estelares, la actividad de una ley única de carácter absolutamente cósmico, la GRAVEDAD, y en el interior de su campo gravitatorio una Energía interna de tipo netamente “agravitatorio” que trata constantemente de liberarse, de proyectarse hacia el Cosmos espiritual y místico de donde realmente procede. Lo que trata de realizar el investigador esotérico es equilibrar dentro de sí ambos impulsos y dentro de tal equilibrio hallar la paz y el establecimiento de un verdadero ritmo de la acción.
Las determinantes de la acción universal afectando el minúsculo punto de vista presente en la Eternidad que llamamos hombre, tienen un carácter portentosamente místico y no son fácilmente reconocibles dado el atraso en que se mueve todavía la Ciencia Astrológica actual en relación con los profundos conocimientos que los antiguos sacerdotes Mayas, Egipcios y Caldeos poseían de la “Ciencia de los Cielos”, los cuales podían y sabían leer en los elevados firmamentos las posibilidades cíclicas de redención que podían convertir al ser humano en un verdadero Dios en manifestación física, de la misma manera que los verdaderos Alquimistas del pasado sabían cómo aprovechar las circunstancias cíclicas ambientales y el poder operante de ciertos definidos astros para transmutar los metales viles en oro puro. 

Fue posible así añadir un dato positivo y afirmativo a la Ley del Karma que gravita sobre la humanidad desde el principio mismo de los tiempos, en el sentido de que “...los Astros inclinan, pero no obligan”, liberando la mente del hombre inteligente del estigma del “pecado original” y de la ciega sumisión a los datos históricos y religiosos suministrados por la tradición, condicionantes de los estados psicológicos del dolor, de la angustia, de la incertidumbre y del miedo...

Para comprender las Oportunidades cíclicas que originan el fenómeno de liberación o redención del alma humana, habríamos de reorientar todo el proceso científico actualmente enfocados en el movimiento particular y en la masa gravitatoria de los cuerpos, así como en el de las formas geométricas que adoptan en el espacio, hacia aquellas sutilísimas zonas “interespaciales” o “intermoleculares” donde el equilibrio y la armonía reinantes son como una ofrenda de los Dioses cósmicos para todos los hijos de los hombres que realicen el esfuerzo exigido y cuyas almas realmente anhelantes decidan solemnemente alcanzar la Liberación. 

Bien, de acuerdo con lo que vamos exponiendo, será lógico comprender que el hombre superior deberá poseer una mente muy aguda y tremendamente despierta para poder intuir “los signos de los Nuevos Tiempos” y hacerse eco de las infinitas resonancias cósmicas dentro de su corazón ya que el Bien cósmico queda localizado dentro de este santuario del amor universal, en tanto que la mente supremamente expectante da una clara noción del Mal que debe ser evitado. Siendo así, vemos que los aspectos siderales, tanto de luz como de sombra, pueden ser fácilmente registrados y reconocidos. Ahí se halla también la explicación, para las mentes apercibidas, del axioma esotérico, anteriormente aludido, de “Los Astros inclinan, pero no obligan”.

Parece ser, pues, que la obra de KRISHNA, el Espíritu humano, se realiza preferentemente en aquellas zonas libres de tiempo y de masa gravitatoria que yo denomino “espacios intermoleculares”. De aquellos desconocidos centros de luz y de armonía se proyectan cada vez más frecuentemente sobre el ser humano, unas energías mucho más sutiles y dinámicas que las que hasta aquí han podido detectar los científicos y los psicólogos. Bien mirado, la Psicología actual, pese a sus tremendos avances en el estudio de la constitución psíquica del ser humano, no ha logrado penetrar todavía en aquellos sagrados retiros dentro del ser individual de donde emanan luz, paz y serenidad perfectas. Queda todavía un largo camino a recorrer antes de que la Psicología moderna se introduzca en aquellas zonas supraconscientes, como antaño lo hizo por las áreas más objetivas y con más poder gravitatorio que llaman subconsciencia y en donde al parecer se halla la raíz del karma humano. 

El estadio objetivo de las zonas supraconscientes de la conciencia pertenecen a las Razas del futuro y podemos asegurar que es muy reducido el número de las selectas personalidades dentro de la gran familia humana, que lograron acceder a estas zonas misteriosas de luz dentro de su propio ser y descubrir allí que KRISHNA y ARJUNA, lo trascendente y lo inmanente del hombre, eran la misma cosa. El espacio y el tiempo dejan realmente de actuar dentro del corazón humano cuando se ha penetrado en estas zonas de elevada frecuencia vibratoria cósmica en donde los efectos de la Gravedad han dejado prácticamente de existir. El poder gravitatorio que condicionaba el proceso kármico dejó de actuar así sobre el Yo. Introducido éste en el espacio “intermolecular” de su propia vida en donde la luz y las sombras se hallan en un perfecto estado de equilibrio, asciende hacia las alturas de su propio ser y sabe entonces por la experiencia y no por los simples estudios y razonamientos que realmente “se puede triunfar de las estrellas” y de regir a voluntad su propio destino kármico...

Pregunta: Resulta sorprendente y al propio tiempo apasionante esta idea del karma tal como usted la ha presentado. Pero. .., ¿cómo actuar en nuestra vida para llegar a tales conclusiones acerca del simbolismo de KRISHNA y ARJUNA, o del Creador aparte de su Obra, tal como se expresa precisamente en el BAGAVAD GITA?

Respuesta: A mi entender el proceso es muy fácil de comprender, aunque muy difícil de ponerse en práctica, por cuanto ha de existir previamente una base de perfecto desapego en orden a los valores temporales, habida cuenta que son estos los que crean y perpetúan el karma. Bastará considerar al efecto el sentido de “mi” o de pertenencia, que aplicamos a todas las cosas que nos rodean y tendremos una idea muy gráfica de cómo hay que actuar en la vida para liberamos del peso agobiante de un aciago destino. Nuestra vida se halla en un estado de permanente tensión debido precisamente al increíble número de posesiones o pertenencias que van acumulándose en el interior del yo personal y que cristalizan en forma de karma. Me pregunta usted cómo hay que actuar para poder contemplar nuestra obra y sus consecuencias aparte de nosotros mismos. Pues bien, es dejando de acumular en el tiempo, olvidándonos completamente de nosotros mismos en la acción personal y social siendo consecuentes del proceso kármico que vamos generando, que iremos perdiendo progresivamente el peso de las seguridades que tan ardientemente anhela nuestro corazón y con él nuestra vida entera. Tengamos en cuenta al respecto que el paso que va del “mí” al “YO”, es decir, de ARJUNA a KRISHNA, es largo y fatigoso y que habrá que prescindir desde un buen momento del placer de los resultados espectaculares y del amor por el fruto de nuestras acciones. Observemos que la obra de KRISHNA en el corazón de ARJUNA, cuando éste se deja voluntaria y conscientemente “modelar” es lenta, callada, silenciosa y humilde. Es la Obra universal del Creador, el Cual, “...después de llenar el Universo con un pequeño fragmento de Sí Mismo, EL persiste... “, aparte por completo del resultado de Su cósmica Acción.

Pregunta: Me ha interesado muy particularmente cuanto ha dicho usted en relación con la Astrología Pero, ¿ cree usted realmente que el individuo puede liberarse de su destino sólo con proponérselo y romper así la cadena que lo ata inexorablemente al destino de los demás seres humanos con los cuales viene vinculado por efecto del karma?

Respuesta: Liberarse del personal destino no implica en manera alguna quebrantar los lazos de espiritual solidaridad que nos ligan a los demás seres, sino simplemente desligar nuestra conciencia de los hechos conforme estos se van produciendo en el incesante devenir de la vida. Es mirando el proceso “desde dentro y hacia arriba” y no “desde abajo y hacia afuera” que debe ser resuelta la incógnita de la acción. La idea de KRISHNA y ARJUNA está implícita en ambas actividades de la conciencia, la que se realiza en el nivel espiritual y la que se verifica en el nivel de las actividades físicas mediante la acción del Karma. KRISHNA contempla Su obra aparte de Sí mismo, tal como podemos apreciar en el BAGAVAD GITA, lo cual no quiere significar que se desentiende de su creación, o de ARJUNA, sino simplemente que la está observando desapasionadamente, con infinito desapego. 

Con respecto a ARJUNA, pasa exactamente lo contrario; tan embebido se halla en su obra que ha perdido de vista el sentido de su infinita trascendencia y ha devenido material o sustancial, es decir, kármico. Por lo tanto, la idea de liberación del destino a la que usted se refiere, debe realizarse pensando más en KRISHNA que en ARJUNA, más en la Divinidad que en el Cesar. Tal como decía Cristo: “Hay que vivir en el mundo sin ser el mundo”. ¿Existe una frase mística que exprese tan gráficamente lo que debe hacer el individuo dentro de su corazón para liberarse de su destino kármico, de este destino que lo encadena irremisiblemente a un mundo irreal y caleidoscópico de sombras en movimiento?

Usted ha mencionado la Astrología.. . Pero, ¿qué sabemos realmente de esta Ciencia en lo que hace referencia a las almas fuertes, sinceras y audaces que adoptaron como divisa de su vida y como propósito de su existencia la Liberación? Tal como enseñaron los perfectos Astrólogos de Caldea, de Egipto, de la Atlántida... “Los Astros inclinan, pero no obligan”, poniendo en manos de los hombres inteligentes y de buena voluntad de todas las acciones el instrumento de liberación adecuado. Así nació evidentemente la casta de los Iniciados en la Ciencia del Desapego y de la verdadera Maestría en el Arte supremo de vivir, profundamente integrados dentro de las indescriptibles Leyes de la Necesidad Cósmica que creó el Destino perfecto de los Dioses y el de los propios seres humanos.

Pregunta: ¿Hay pues dos destinos a cumplir, el de Arjuna, el pequeño yo, y el de KRISHNA, que representa la vida espiritual del alma?

Respuesta: Un solo y único destino guía toda la Creación. KRISHNA, el Creador, envía constantemente a su reflejo ARJUNA, a cumplir el propósito permanente de Redención de la Vida de acuerdo con las sagradas Leyes de la Necesidad Cósmica. Así, ARJUNA, obra de KRISHNA, dotado de alma y de comprensión espiritual, pero ligado a las cosas temporales por efecto de aquella misma necesidad cósmica de expresión, reencarna cíclicamente para cumplir los propósitos de creación de KRISHNA. La parte de KRISHNA dotado de gravedad, de densidad y de peso kármico, o sea, ARJUNA, es la que se manifiesta en espacio y tiempo, es aquella parte de Sí mismo que va creando y al propio tiempo extinguiendo karma a través de las edades. Sin embargo, el propósito esencial de ambos aspectos del poder creador: KRISHNA y ARJUNA, es cumplimentar la Voluntad infinita de aquel supremo Logos cósmico (en el caso de nuestro planeta, el Logos solar)

que es causa de la Vida y que utiliza la obra de KRISHNA en el Espacio y la de ARJUNA en el tiempo para atender las leyes infinitas de la Necesidad Cósmica de Expresión a la que se sujetan todos los Logos creadores, sea cual sea su evolución dentro del Cosmos Absoluto. Quizás nos preguntemos todos el por qué del misterioso proceso de la incesante Creación. Podríamos decir únicamente, de acuerdo con la analogía, que nos es dado comprender la obra conjunta de KRISHNA y ARJUNA como el símbolo de las relaciones entre la Personalidad del hombre y su Alma superior, o las de Cristo con respecto al Maestro Jesús o las del Logos planetario en relación con SANAT KUMARA. Pero, no podemos introducimos todavía en el indescriptible Misterio de la Ley Cósmica de la Necesidad que está más allá y muy infinitamente por encima de lo que puede comprender nuestro humano entendimiento...

Pregunta: ¿Hay alguna fórmula concreta de resolución en nuestra vida para poder expresar el poder espiritual de KRISHNA?

Respuesta: Tal fórmula, caso de que existiese, debería estar condicionada por el grado de evolución de cada uno de nosotros. El fragmento de vida consciente, que es ARJUNA, debe lógicamente crecer hasta alcanzar la estatura espiritual de KRISHNA, o de CRISTO, si prefiere usted esta exaltada Entidad divina como guía de sus propósitos de redención solar. La tarea incesante de la evolución dentro de la humanidad ha creado a través del tiempo los sistemas de entrenamiento espiritual o de perfeccionamiento místico conocidos como el Yoga, o Ciencia de Unión con la Divinidad, o las disciplinas de carácter interno a que se sujetan muchos seres humanos para lograr la perfección de sus vidas psicológicas. Si llama usted “fórmulas concretas” a estos Yogas o a estas disciplinas, solamente tendrá que elegir la que le parezca más conveniente. 

Pero ya, en alguna de nuestras conversaciones pasadas dijimos que la mejor fórmula espiritual de redención o de perfección, o sea, la que hace referencia al trabajo místico de ARJUNA dentro del propio corazón en su incesante búsqueda del aspecto superior de KRISHNA, es dejarse guiar única y exclusivamente por el propio KRISHNA, Quien sabe, mejor que nosotros cuál es el sendero que por vía de Evolución, de Rayo o de Temperamento nos corresponde. Pero, hay que decir también, una vez más, que debe vivirse muy atenta, profunda y silenciosamente para que KRISHNA, el Ángel Solar, se fije en nosotros, en el pequeño ARJUNA que sumergido en las aflicciones, dificultades y problemas del karma personal, intenta ascender a las Alturas en un sublime propósito de redención...


Vicente Beltrán Anglada


www.trabajadoresdelaluz.com.ar
27 de Abril 2017